Los accidentes en la infancia son inevitables: un tropezón en el parque, una caída en casa, un golpe practicando deporte… Todos pueden terminar en una situación que preocupa mucho a los padres: un diente roto.
Aunque puede parecer alarmante, la buena noticia es que hay soluciones eficaces si se actúa de forma rápida y correcta. En este artículo te explicamos paso a paso qué hacer si tu hijo se rompe un diente y cómo resolver la situación y evitar consecuencias mayores.
1. Mantén la calma y revisa la situación
La primera reacción ante un accidente dental infantil suele ser de alarma. Pero mantener la calma te permitirá actuar con claridad y tomar decisiones acertadas. Habla con tu hijo o hija de forma tranquila y observa si está consciente, si puede hablar o llorar, y si se queja de dolor en una zona específica.
Revisa su boca para identificar si hay algún diente roto, flojo, desplazado o caído. Asegúrate también de que no haya heridas internas.
Tu reacción influye directamente en la de tu hijo. Si le transmites seguridad y le das una respuesta rápida, será más fácil que colabore en el siguiente paso.
2. Limpia y protege la zona afectada
Después de una caída, es frecuente que haya algo de sangrado o hinchazón, incluso si el daño al diente es leve. Lava suavemente la boca con agua fría para limpiar restos de sangre o suciedad. Si hay sangrado, aplica una gasa húmeda y presiona ligeramente durante unos minutos. También puedes colocar frío en la mejilla para reducir la inflamación. Puedes usar un paño con hielo envuelto.
Estos primeros cuidados ayudan a evitar infecciones, reducen la inflamación y preparan la zona para la evaluación del dentista.
3. Recupera el fragmento dental (si es posible)
Si ha habido rotura del diente y encuentras un fragmento del diente roto o el diente completo, no lo deseches. En muchos casos puede reimplantarse o usarse para reconstrucción. Por ello recoge el fragmento con cuidado, sujetándolo por la parte de la corona (nunca por la raíz). Guárdalo en un recipiente con leche fría, suero fisiológico o, si no hay otra opción, saliva. No debes limpiar el fragmento del diente roto ni lo frotes.
El dentista puede utilizar el fragmento para pegarlo de nuevo o como guía para una reconstrucción más precisa, especialmente en dientes permanentes.
4. Acude al odontopediatra lo antes posible
Una visita inmediata al dentista es la mejor solución. Incluso si el daño parece menor, hay estructuras internas que podrían estar comprometidas. Contacta con tu clínica dental de confianza y explica el caso para que te atiendan con urgencia.
Cuanto más detalle puedas darle a tu odontopediatra mejor podrá comprender la situación para ofrecerte la mejor solución posible para tu hijo o hija. Indica si el diente es de leche o permanente y menciona si hay dolor, sangrado o movilidad.
Si el diente permanente ha salido por completo, lo ideal es acudir antes de los 60 minutos para intentar reimplantarlo. En el caso de dientes de leche, el objetivo será preservar la encía y proteger la formación del diente definitivo.
Una intervención rápida permite realizar tratamientos conservadores, como la reconstrucción estética, la estabilización del diente o la reimplantación, evitando complicaciones a largo plazo.

5. ¿Qué tratamiento aplicará el dentista?
El odontopediatra valorará el tipo de fractura y decidirá el tratamiento más adecuado, siempre orientado a preservar la salud bucal y la funcionalidad del diente.
Estos son algunos de los posibles tratamientos que puede darte tu dentista:
- Reconstrucción con resina: Si el daño es leve, se puede restaurar el diente con materiales del mismo color, devolviendo su forma y función en una sola visita.
- Protección pulpar o sellado: Si la fractura se acerca al nervio, pero no lo ha alcanzado, se puede proteger el interior del diente para evitar infecciones.
- Tratamientos pulpares (pulpotomía o pulpectomía): Si el nervio está comprometido, se realiza un tratamiento similar a una endodoncia adaptada para niños, sin dolor.
- Reimplantación: Si el diente permanente se ha salido completamente, se puede reinsertar y estabilizar mediante una férula. Cuanto antes se realice, mayor será la probabilidad de éxito.
- Extracción (solo en casos extremos): En fracturas graves en dientes de leche, la extracción puede ser necesaria para proteger el germen del diente definitivo.
6. ¿Qué hacer después del tratamiento?
Una vez que el tratamiento se haya completado, es recomendable seguir estas pautas:
- Seguir todas las indicaciones del odontopediatra (analgésicos, dieta blanda, higiene oral).
- Evitar alimentos duros durante los primeros días.
- Controlar la zona afectada y asistir a las revisiones programadas.
Aunque el diente no haya sido reimplantado o esté reconstruido, es fundamental que el seguimiento continúe en los meses posteriores para evitar daños secundarios o infecciones no visibles.
7. ¿Cómo prevenir futuros accidentes dentales?
Aunque no todos los accidentes se pueden evitar, hay muchas acciones que ayudan a reducir el riesgo:
- Utilizar protectores bucales en deportes como fútbol, hockey, karate o ciclismo.
- Enseñar a los niños a no morder objetos duros (como lápices o hielos).
- Supervisar el juego en zonas con riesgo de caídas.
- Mantener una buena higiene bucodental para que los dientes estén sanos y fuertes.
¿Necesitas un tratamiento para los dientes de tu hijo/a?
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Un diente roto puede parecer una emergencia, pero con una actuación rápida y un tratamiento profesional adecuado, tu hijo puede recuperar completamente la funcionalidad y la estética de su sonrisa. La clave está en actuar con rapidez, proteger el diente afectado y acudir a una clínica especializada en odontopediatría lo antes posible.
En nuestra clínica dental, estamos preparados para atender este tipo de urgencias infantiles y acompañarte en cada paso del tratamiento, con un equipo especializado y un enfoque amable y eficaz para los más pequeños.